Entrevista con la directora de Cafh, Ana Cristina Flor

Por Germany Cafh Team
14/03/2025

Entrevista a Ana Cristina

En octubre de 2024, Ana Cristina visitó a los miembros de Cafh en Alemania. Aprovechamos la ocasión para hacerle algunas preguntas.

  1. Ana Cristina, usted es directora de Cafh desde hace 5 años. ¿Cómo ha sido para usted esta experiencia hasta ahora y qué retos conlleva este cargo?

    Para mí personalmente ha sido una experiencia muy intensa y enriquecedora, combinada con un aprendizaje constante. Lo más importante para mí hasta ahora ha sido «conocer» a casi todos los 4000 miembros de Cafh, primero virtualmente y ahora también in situ. Estoy aprendiendo mucho sobre cómo funciona Cafh y qué es importante en la actualidad para nuestro desenvolvimiento espiritual. Esto me abre una amplia perspectiva.

    Me llevó un tiempo acostumbrarme al ritmo y a los retos de este papel. Pero el método Cafh y el haber vivido en una comunidad de Cafh durante más de 30 años me han ayudado.

    Una característica especial de este papel de liderazgo es que Cafh es una organización con un propósito y un tema espiritual, por lo que no es lo mismo que dirigir cualquier otra organización. Nuestra misión tiene que ver con el desarrollo espiritual individual de las personas y el efecto transformador que este desarrollo puede tener en el entorno y en la sociedad. Esto requiere apertura, flexibilidad, escuchar, reconocer y comprender el momento que estamos viviendo como humanidad: Un tiempo de muchos cambios, incertidumbre y exigencias externas a las personas. Cafh acompaña a las personas en su proceso de desarrollo personal y provee herramientas necesarias, en términos de prácticas espirituales, para facilitar el desenvolvimiento interior y la relación con los demás.

    Las personas necesitan experimentar la presencia, el silencio, la paz, la meditación, conocerse a sí mismas, hacer ejercicios de introspección, seguir un método de desenvolvimiento que les ayude a transformar su vida en lo que ellos desean ofrendar a la humanidad.

  2. Al igual que usted, sus dos predecesores en este cargo también vivían en una comunidad. ¿Es éste un requisito previo para el cargo de líder?

    Antes de responder a esta pregunta, conviene aclarar que Cafh ofrece diferentes formas de vivir el compromiso que tenemos con nosotros mismos y con Cafh: en familia, en solitario o en Comunidad.

    La vida en Comunidad consiste en vivir en celibato, junto con personas que comparten la misma vocación espiritual y bajo un método de vida que incluye la meditación, la oración, el estudio, y también el trabajo productivo para el propio sostén. Además de compartir bienes en común.

    Aunque los tres últimos directores de Cafh elegimos, a una edad temprana, vivir en una comunidad de Cafh, esto no es una condición necesaria para el liderazgo. Por ejemplo, el fundador de Cafh, Santiago Bovisio, estaba casado y tenía hijos. Usted puede postularse como director o directora de Cafh si está dispuesto a comprometerse al máximo. Puede llevar una vida familiar, vivir solo o – como hacen pocas personas – convivir con personas afines en una comunidad.

  3. Ejerce su función de directora con el apoyo de un equipo. ¿Cuántas personas forman este equipo? ¿Y se reúnen para trabajar en un mismo lugar, por ejemplo en una oficina?

    Mi equipo inmediato está formado por 14 personas, 7 mujeres y 7 hombres. Todos están muy comprometidos con Cafh. Proceden de distintos países, tienen distintos antecedentes culturales y hablan distintas lenguas maternas. No tenemos una oficina central ni un edificio, sino que trabajamos principalmente de forma virtual, por correo electrónico, videoconferencia u otros servicios de mensajería. Cafh está presente en 27 países de los 5 continentes, por lo que los miembros del equipo representan diferentes culturas, idiomas, grupos de edad y otras características.

  4. ¿Cómo se financia su función directiva? ¿Y los miembros del equipo directivo trabajan exclusivamente para Cafh?

    Todo el trabajo y compromiso en Cafh es voluntario. Cada uno decide por sí mismo hasta qué punto quiere asumir tareas de responsabilidad, generalmente no hay pago ni salario. Cada uno es responsable de su propio sustento. Algunos de los miembros del equipo ya están jubilados, pero otros siguen trabajando en sus profesiones. En el caso de la función de dirección de Cafh, sin embargo, el volumen de tareas es tan grande que no puedo hacer otro trabajo. Por eso recibo un estipendio mensual de la organización.

    La organización Cafh se financia con las contribuciones voluntarias de sus miembros. En algunos países existen instituciones de Cafh, sin fines de lucro, que administran estas

    donaciones; en principio, las donaciones se quedan en el respectivo país (miembro). Sin embargo, cada país aporta a la organización una cuota según el número de miembros para sufragar los gastos comunes, por ejemplo, de diversas plataformas en Internet, de la asamblea general anual, etc.

  5. Cafh ofrece la oportunidad de involucrarse en diversos grados. Hay miembros que asumen un mayor compromiso y responsabilidad con el trabajo de Cafh(« ordenados») y otros miembros menos comprometidos. ¿En qué grupo hay más miembros?

    Cafh cuenta con tres niveles de compromiso, con actividades y responsabilidades crecientes. Es un proceso gradual y progresivo en el que cada persona va conociendo, familiarizándose y eligiendo libremente si desea asumir el compromiso siguiente o continuar en donde se encuentra. Cada nivel es una modalidad en sí misma y ofrece recursos para el propio desenvolvimiento de la espiritualidad.

    No importa en qué etapa de desarrollo se encuentre uno, ya sea un principiante o un miembro de larga data, ninguna afirmación o evaluación sobre el grado de desarrollo espiritual está asociada a ello. Esto significa que incluso un principiante en Cafh puede estar viviendo una espiritualidad profunda. Por lo tanto, aunque hay un progreso individual en este desarrollo, uno no hace una «carrera», no hay una jerarquía de personas espiritualmente «más desarrolladas». Cuanto mayor es el compromiso, mayor es la responsabilidad con uno mismo y con Cafh. Estamos hablando de alrededor de un 35% de personas que todavía están conociendo Cafh y debido a su corta participación como miembros no tienen mayor responsabilidad; un 50% están decididos y convencidos de este camino y lo expresan a través de su compromiso, y alrededor de un 15% han asumido mayor compromiso con tareas de delegación y funciones de liderazgo. Cada cual es libre de elegir el nivel en el que desea participar.

  6. Cafh se describe a sí misma como un ‘cuerpo místico’ y se desarrolla como grupo y a través del trabajo individual de desarrollo de sus miembros. En Cafh existe la posibilidad de tener un diálogo de ‘orientación espiritual’ -¿cuál es la intención de esta posibilidad?.

    La orientación espiritual es uno de los elementos del método de Cafh – así como la meditación, la oración, la lectura espiritual, las reuniones semanales o los retiros – que juntos forman un concepto global.

    La dirección espiritual adopta la forma de un diálogo entre la persona que la solicita y la que la ofrece. Esta última es alguien que ya tiene experiencia con la práctica del método y el proceso de desarrollo. Se ofrece a la persona que lo solicita un «espacio» de confianza, afectuoso, receptivo y seguro, sin juicios, en el que pueda mirarse a sí misma, trabajar sus dificultades y encontrar sus propias respuestas. La tarea del orientador consiste en favorecer este proceso de conocimiento de uno mismo, escuchando, haciendo preguntas o sugerencias. Pero cada uno decide por sí mismo cómo quiere vivir, y también lo que quiere compartir en este diálogo. A menudo resulta útil que quien solicita la orientación plantee sus preguntas en primer lugar.

    Uno de los principios fundamentales de Cafh es el respeto a la libertad de cada persona para pensar, sentir y decidir sobre su propia vida sin interferencias de terceros. Por esta razón, la libertad del individuo también es absolutamente respetada en esta sesión de orientación.

    Cafh es un camino para generar paz interior y libertad en cada ser humano.

  7. Usted está en contacto con grupos de Cafh en diferentes países y continentes. ¿Percibe preocupaciones, problemas o prioridades diferentes?

    Me doy cuenta de que las personas tienen las mismas preguntas, anhelos y dificultades, la misma búsqueda, independientemente de su cultura u origen. Los matices culturales juegan un papel secundario cuando se trata del desarrollo espiritual.

    La necesidad de responder a las preguntas básicas de la vida, tales como ¿por qué estoy en este mundo?; ¿para qué estoy aquí? o ¿qué sentido tiene esta vida? son comunes entre los seres humanos en cualquier país del mundo y de distintas edades.

  8. ¿Es Cafh una nueva religión?

    No, Cafh no es una religión. Cafh es una organización abierta a cualquiera que esté de acuerdo con el objetivo y con la misión de Cafh, es decir el desenvolvimiento espiritual y la expansión de la conciencia, para vivir con más paz, equilibrio y libertad interior.

    Por lo tanto, cualquiera puede unirse, aunque por supuesto es deseable que tenga «honorabilidad», es decir, integridad moral. El único requisito es el interés en trabajar en uno mismo, en el propio proceso de desarrollo espiritual. Cafh no busca adeptos; Cafh no tiene dogmas, nadie debe «creer» en nada. Hay un contenido (enseñanzas) y un método, es decir, un conjunto de herramientas para este trabajo de desarrollo, en el que cada uno hace sus propias experiencias y descubre por sí mismo el proceso de desenvolvimiento.

  9. ¿Cuál considera que es la tarea fundamental de Cafh y por qué es tan importante para la humanidad?

    Cafh propone un trabajo individual de cada persona sobre sí misma para promover su propia conciencia y desplegar el mejor potencial y posibilidades humanas: por ejemplo, el amor, la paz, las buenas relaciones.

    También propone un trabajo en pequeños grupos para practicar, que permite crear relaciones armónicas basadas en valores como el respeto, la aceptación, la amistad, la inclusión, todo aquello que enfatiza lo esencial más que las diferencias. Y en Cafh le damos a este trabajo una dimensión trascendente: cuando el individuo cambia y cuando los grupos de personas cambian, entonces comienza también un cambio en la sociedad – un cambio hacia más conciencia, inclusión y respeto por la vida en todas sus manifestaciones. El cambio se produce de dentro hacia fuera.

    Y este desarrollo no sólo es bueno para el individuo, sino que es una forma de contribuir a la evolución de la humanidad. Los grandes avances de la humanidad no suelen ser el resultado de grandes movimientos. A menudo ni siquiera vemos el efecto directamente: quizá nuestros esfuerzos sean una contribución para las generaciones futuras, pero va más allá de nosotros mismos.

    Cafh ofrece las herramientas necesarias para desarrollar esos trabajos: distintos tipos de meditación, lecturas inspiradoras, cursos, retiros espirituales, orientación espiritual individual, oraciones y estudio en grupos, entre otras.

  10. ¿Tiene algún mensaje final para nosotros los miembros de Cafh en Alemania?

    Les deseo que no pierdan la esperanza. El trabajo que hemos elegido hacer no tiene resultados brillantes ni sensacionales. Es más bien un trabajo silencioso sobre las raíces de los problemas humanos. Es una forma de contribuir eficazmente a un mundo mejor, tal como somos y con lo que nos hace ser quienes somos.

Ana Cristina, ¡gracias por esta entrevista!

Preguntas, entrevista, traducción y edición: Dorothee Engels, Claudia Calzada, Michaela Recht


Ana Cristina Flor ha sido miembro de Cafh por 40 años y es actualmente su directora. Ella cree firmemente en la posibilidad de un mundo con mayor conciencia y amor, y que cada uno de nosotros tiene el poder de crearlo. Se siente profundamente comprometida con esta transformación.

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